Época: Roma
Inicio: Año 753 A. C.
Fin: Año 476

Antecedente:
La familia



Comentario

El segundo componente familiar eran los hijos. Hijos eran considerados aquellos niños y niñas nacidos del matrimonio y que eran aceptados por el pater familias. Él decidía sobre la anticoncepción o el aborto, pero si el niño nacía podía aceptarlo o no como hijo. Por eso se depositaba al recién nacido a los pies del pater; si levantaba a la criatura era considerada hijo/a, pero si no era así quedaba excluido de la familia, exponiéndose a la puerta del domicilio o en algún basurero público, donde lo recogerá alguien que lo desee. Las criaturas malformadas eran expuestas o ahogadas -Séneca dice que "Hay que separar lo bueno de lo que no sirve para nada"- y los pobres solían abandonar a aquellos bebés que no podían alimentar. Si el bebé era aceptado se realizaba el acto formal de integración en la familia al octavo día del nacimiento, cuando se le imponía el nombre individual -praenomen- y se le colgaba una pequeña cápsula de metal -bulla- rellena de sustancias que poseían propiedades favorables, en una ceremonia llamada ilustratio.
Dada la elevada mortalidad infantil era bastante posible que la línea familiar se perdiera a la muerte del pater por carecer de herederos. Para evitar esto se instituyó la adopción, ceremonia de carácter privado, celebrada delante de un magistrado, en la que se separaba al adoptado de la patria potestas de su padre natural y se procedía a su integración en la familia del padre adoptivo.